El hombre rupestre




I

Se extiende por el brazo
la difícil tarea
de la letra herida

en el goteo
de la suspensión del tiempo

se extienden
entre las sombras
las huellas
de todas las vidas


 II


La cueva
el cuerpo inexplorado
nunca visto

las horas
son animales enormes

y se construye esta historia
mientras rugen
los huesos
y vuelan por el aire
las cenizas intocables del fuego.



III

El ojo cóncavo del paisaje
y sus miedos
por la noche
y el tonto peregrinaje
de las obligaciones.

Las campanas feroces
de los animales que habito
y que mato y me devoro
me reclaman
ahí fuera

donde el hambre
no tiene escapatoria.