No sé
decirte al oído
un caramelo
un anzuelo
la dirección de mi casa
no sé tocarte
sin parecer un oso
una bola torpe
un tropiezo
no sé mirarte a los ojos
ni escapar
de tus piernas
ni de las sombras
del tatuaje
no sé si dormiré
si tú dormirás
no sé si la noche
tiene planes para mañana.
***
Voy a llorar
sobre la carta que nunca enviaré
sobre estas palabras
que quedarán siempre aquí
en su sitio clandestino
cómplices de mí
hasta que las horas digan buen día
y ardan los tejados
mientras el césped crece
bajo tus pies lejanos
y el silencio
le gane a todo lo demás…
***
a Amy Winehouse
Otra vez tú
saliendo de mi sangre
lloviendo
en lo alto de mi cielo
pajarito sí
el oro y la pena
la cuenta regresiva de la muerte
cantando.
Otra vez tú
trayendo el mapa del amor
arrugado
en los bolsillos
y otra vez yo
aquí
en la tormenta
bailando…
***
Escribo
no logro mantenerme quieto
ni sobrio
ni me importa
no muero
ni mancho tu alfombra
ni me convence
tu libertad
de libro antiguo
de idea de otro
de socio de biblioteca.
Yo escribo
y destilo el veneno
y al mismo tiempo
me pregunto algo
acerca de la coherencia
y renuncio a decir tu nombre
más de mil horas al día.
Ya no me importa
el juego del amor
la ley de la persona
el canto errante de Darío
las horas frente a tu retrato
la hipérbole de tu palabra
y el roce de la sombra
Ahora bebo
en la constante de la noche
y entiendo grises
estas horas tan de mí
y aquí te extraño
pero estoy vivo
y viene el verano…
***
Hubiese
querido más de esto y la vez nada
(Alejandra Pizarnik)
Algunas veces
soy yo
y nadie se da cuenta
y me sonrío
en la incógnita
nube gris
donde quiera que vaya
incluso a tus ojos
de piedad mediana
incrustaciones de sueños
y lápidas lamidas por gatos
Yo
asesino serial de la idea
y rey de la noche
del doble beso
del abrazo
y el chau…
Vete rápido
mi tormenta
no merece el arco iris
La casa viene de una guerra
y sangra en la basura
vuelan cosas desde la ventana
la vecina se preocupa
me toca el timbre
me dice que me calme
y yo le digo: un
portazo en la cara…
***
La casa
es un tambaleo a toda velocidad
es tu mano
y tu risa
es el sueño
de cuando ardíamos de odio
en la cama triste
de la palma de la mano
y hoy yo aquí
soy la marioneta
y el hilo
el cuelo y el ahorcado
y prendo una vela
con sabor a otro tiempo
y por la ventana
veo África inventada
y me abrazo a esa curva
que sos vos
en mi realidad inventada.
***
Me siento a escribir
leo en mis ojos
las palabras como murciélagos
chocar
el paladar
es un santo de resonancia
y avanza la hora
hasta dar las seis
y mis manos ya están borrachas
el gato duerme
mordiendo la solapa de un libro
y la soga de la palabra
aprieta
y decido descansar
cierro los ojos
y olvido
incluso
lo que vendrá.