I
Se extiende por el brazo
la difícil tarea
de la letra herida
en el goteo
de la suspensión del tiempo
se extienden
entre las sombras
las huellas
de todas las vidas
La cueva
el cuerpo inexplorado
nunca visto
las horas
son animales enormes
y se construye esta historia
mientras rugen
los huesos
y vuelan por el aire
las cenizas intocables del fuego.
El ojo cóncavo del paisaje
y sus miedos
por la noche
y el tonto peregrinaje
de las obligaciones.
Las campanas feroces
de los animales que habito
y que mato y me devoro
me reclaman
ahí fuera
donde el hambre
no tiene escapatoria.